
“Te quiero”- le susurré, y sentí como si mis palabras se quedaran cortas.
“Te quiero”- me respondió, y mi corazón se llenó de vida. Saltaba y saltaba, y me pregunté porque mi te quiero me había parecido insignificante comparado con lo que sentía, y el suyo, igual al mío, me había hecho morir de alegría. Quisiera encontrar la palabra para expresar lo que siento, quisiera poder decirte que te amo más que a mi misma. Que lo daría todo por que estuviéramos juntos para siempre… Pero no existe esa palabra.
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