Por fin ya comenzó hace unos días la primavera, menos mal. El invierno es tan mortecino y taciturno.
A mi me gusta sentir la suave brisa de verano, los rayos del Sol sobre la cara, el olor a flores inundando el ambiente… Pero ahora ya solo queda esperar. La primavera no es más que el aviso de que ya queda menos para el verano.
Además, estas dos primaveras son geniales para los amaneceres, y así ampliar mi colección de ellos. Quiero hacer la mayor colección de amaneceres jamás creada. Así cuando los lea podré acordarme, podré aspirar fuerte ese olor dulce del que antes os hablaba y así podré también sentir el universo sobre mí, como en la canción de Amaral.
Otra efecto que provoca el calor de estas estaciones es la sensación de libertad. Te sientes como una suave pelusa de árbol recorriendo los prados. ¿No os ha pasado? Es como si volases, te sientes más liviana y encantada.
Y otra, irremediable a estas alturas, es la sensación de amor que viene sobre estas fechas. Ojala esta sea la fecha en la que encuentre a esa personita especial, ojala.
Voy a dejaros con unas bonitas y delicadas flores que me recuerdan a la primavera y al verano, para ir degustando el sabor que provocan…