Alma libre que vagas por la ciudad, que no dejas que
instituciones te agarren…
Vuelas sobrevolando mandatos y leyes porque sabes que eso
está solamente creado para aborrecer, para atarte a su pensamiento.
¡Qué no! Que cada cual tiene su mente, su religión, que cada
cual obedece a sus propias órdenes.
Yo tengo en mi persona mis valores, mi alma llena de buenas
vibraciones, todos los caminos y todas las pérdidas.
Que tu karma te persigue, que tu Dios te alcanza, porque no
está sino dentro de ti. Dispuesto a destrozar cada uno de tus cimientos con
esas normas escritas en un libro demasiado usado.
Cada árbol recoge los nutrientes de su entorno, las
experiencias de su propia corteza, para crecer.
No hay organizaciones, no hay religiones, no hay
instituciones, sólo personas que las manejan a su antojo para conseguir adeptos
y expandirse. Que al final sólo predomina el deseo de reconocimiento.
Eres tú el único que gobierna tu vida.