viernes, 8 de abril de 2011

Las lágrimas no me sacian,
Ellas no me van a devolverte.
Barco velero que navega
Por un enorme mar,
Que no encuentra el camino de vuelta
Y no sabe a dónde va.
Vuelve, que todo sea como ayer.

martes, 5 de abril de 2011

Adiós











No quiero, no puedo pensar, que esto se pierde

Dos años casi siendo amigas, mejores amigas. Casi dos años de risas y de lloros compartidos. De promesas, de canciones, de sueños y de locuras… y ahora, en un abrir y cerrar de ojos me dices que no confías en nosotras. Y me siento el muro de las lamentaciones. Que tiene tanta carga de tristezas que algún día se derrumbará.
Nuestros enfados han sido pocos, de vez en cuando alguna gritaba por algo, cosas pequeñas, que ahora carecen de sentido. Los de verdad se pueden contar con una mano, dos. Solo dos.
Pero han sido unas de las situaciones más dolorosas de mi adolescencia.
Siento quemazón por dentro, no quiero comer, ni hablar, tan solo sufrir en silencio.
Han pasado dos días desde que todo sucedió y ya estoy deseando morir. Y es que el caso no es enfadarse, que es lo de menos, el caso es perderte, el caso es no poder remediarlo. Pensar que todo lo vivido le importa tan poco como para dejarnos así, tan rápido… Pensar que no confía en mí, después de todo. Que no me quiere. Que todo lo construido se derrumba, que todo fue en vano. Eso me rompe en pedazos.
Lloro por las noches hasta quedarme seca y duermo con pesadillas hasta que amanece, camino desolada por las calles, sin pensar siquiera en lo que estoy haciendo.
Y cuando veo sus grandes ojos mirarme… ahí contengo el aliento, trago mi gran nudo de la garganta, contengo las lágrimas y soporto lo que sea.
Me siento vacía y sin sentido, todo lo que hicimos no ha servido para nada, todo lo que dimos y no hemos recibido nada, todo y más y ahora nos enteramos de que ella no estaba con nosotras, que no lo ha estado, que o fingía. Que no éramos amigas y me entero ahora.
Toda mi felicidad se a esfumado y no puedo remediarlo, se ha ido por su propio pie.

viernes, 1 de abril de 2011

¿y tú que dices?


¿Te crees bella? Por que yo no.
¿Y qué quieres que haga si no lo siento? Está asumido.
Y ahora vendrá otra personaja y dirá:
-¡Dices eso para que te digamos lo guapa que eres! Si es que eres guapísima, como puedes decir eso…
¿De verdad sabes lo que es la belleza?
Por que para mí es la imperfección. Y entonces- me pregunto a mí misma- ¿Soy guapa?.
¡Qué difícil es esto!
¿De verdad existe la belleza? Yo creo que no, que cada uno tenemos nuestra propia definición. Pero entonces por que nos gustan esas mujeres flacas y con cabezas enormes, con pómulos artificiales y subidas a altos tacones? ¿Y esos hombres, vestidos de traje paseándose por una calle desierta?
De verdad nos creemos que va a haber una mujer que tiene una piel que de lo que brilla parece oro, sin un pelo en todo su cuerpo, y con un IMC que no lo tendría ni un enfermo…
Y mira que somos tontos, mirando una fotografía en la que aparece un hombre solo, y ya nos ponemos contentas por que decimos ingenuas de nosotras, ¡Huy mira que interesante parece!
No existe para nada, pero sabes qué es lo peor, que nos la hemos cargado nosotros…
Si las mujeres más guapas que hay las retocamos hasta convertirlas en seres imposibles, quién puede aspirar entonces a ese “nivel”.
Imposible, es imposible, y todos lo sabemos. Aun así no dejamos de mirarnos al espejo y de esconderse entre nuestro propio pelo, pues vivimos acomplejados. No vivimos.

¿Esto es lo que quieres?