viernes, 6 de enero de 2012

Ascensor


Miraba hacia un lado, miraba hacia el otro… Las paredes cada vez estaban más cerca de mí. El escaso metro cuadrado se hacía más y más pequeño. Y mis nervios estaban más descontrolados.
Cerré los ojos, intentando dejar de ver ese minúsculo, y para mi desgracia, paralizado móvil. Ni hacia arriba ni hacia abajo. Las puertas cerradas a cal y canto.
La claustrofobia se iba apoderando de mi mente, luché por controlar las vueltas que me daba la cabeza. Me hice un ovillo y esperé.
Ocultando mis ojos llenos de lágrimas litas para ser derramadas. Un picor conocido me arañaba la garganta y el pecho. Mezcla de miedo, confusión, vergüenza, temor e impotencia. Sobre todo impotencia. No dejaba de chillar pero nadie me oía. En aquel ascensor no había cobertura y el botón de emergencia estaba sacado de su sitio. Nadie ahí afuera que me ayudase, nadie que me echara en falta.
Una ira que iba por encima de mi voluntad salió incontrolada. Como animal que escapa de su jaula. Grité su nombre  mientras pataleaba contra la puerta de metal. Produciendo un estridente sonido que ya había llegado a odiar. Significaba peligro, soledad, descontrol… Las lágrimas caían por mis sonrojadas mejillas y el estúpido ascensor se agitaba a mi alrededor.
De repente pensé que todo se podría complicar más si rompía con la fuerza bruta algún mecanismo. Vino a mí un atormentador recuerdo de película de terror, y vi como caía en picado al piso más bajo del edificio. Destrozándose como un tomate maduro. Agité la cabeza intentado borrarla de mi mente. Debía pensar con claridad y no sucumbir al pánico, pues debía salir de ese taciturno cubo de metal en el que llevaba ya horas  derramando  lágrimas y mostrando mi poco controlable ira. No era este el momento para mostrarme débil y miedosa. Debía salir de ahí como fuera ¿ Nadie me oía? ¿Nadie vendría? Tendría que ser yo la que por su propio camino lo hiciese.

2 comentarios:

  1. Eso es una lección aprendida nunca debes esperar que nadie te saque las castañas del fuego lo que necesites tendrás que hacerlo tú..

    ResponderEliminar
  2. Vaya, me he dado cuenta de las muchas entradas que te debo. Me muero de ganas por ponerme a leer todas las que me he perdido. No te olvides de mi, a pesar de mi vida ajetreada sigo irremediablemente enganchado a tu blog.
    Con cada entrada se siente como tu estilo se define, cuando te leo es como si me leyera a mi mismo y es extraño jejeje.
    Respecto a la entrada...es cierto que como bien dice Big.Small que tienes que sacar tus propias castañas por ti mismo, con firmeza y hacia delante....Pero guarda la esperanza y espera. Yo creo que siempre, cuando crees que estás solo tú contra el mundo, aparece un corazón sin miedo a tu camino.
    Es mi opinión de loco soñador jajaja

    Un buen abrazo, espero que sigas así.

    ResponderEliminar