lunes, 21 de marzo de 2011

Al menos veo luz al final del túnel




El primero me hizo daño pero no fue tan horrible como cuando llegaste tú. Tú, sí tú.
Que me destrozaste, me chupaste la vida durante meses, me hiciste caer en un pozo tan hondo que necesité llorar amargamente todas las noches hasta que la herida sanó.
Me mataste con tus mentiras, con tu risa despreocupada, con tu Nueva York… no he sufrido por amor más en mi vida y cuando me dejaste, ahí si que ya no pude volver a ser la misma.
Yo fui para ti un suspiro, un viento pasajero, un tonto sueño del que te despiertas sin acordarte. Me hiciste sentir escoria, basura. Me trataste como a una más, y eso fue más de lo que pude soportar. Lloré cada noche hasta que tus caricias y palabras se me olvidaron.
Recuerdo que las sábanas se teñían del negro rimel de las tardes de mayo.
Y también recuerdo que, cuando llegaba la noche, volcaba la almohada una y otra vez. Por que el mero hecho de sentir las frías lágrimas sobre mi piel me recordaba a ti.
No sé cuando dejé de llorarte, supongo que una cosa como tú no se olvida nunca. A los dos meses te lloraba en brazos de otro hombre, y a los diez, te escribo esto, más para desahogar mi rabia contenida que para pensarte.

2 comentarios:

  1. Bueno, me he pasado por tu blog, lo he leído y me gusta. ¿Por qué no me iba a gustar? jejeje.

    Sí que es diferente al mío, pero está genial dentro de tu estilo.

    Tranquila no cambiaré el estilo por muchos fans que haya, no tendría sentido.

    Un abrazo enorme.

    tuvidaviva.blogspot.com

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias, la verdad es que el tuyo me encanta, es original cuanto nada! jejej

    Seguimos en contacto! (:

    ResponderEliminar