Empecé a sangrar y vi brotar de
mi cuerpo torrentes de maldad. La energía negativa escapaba de mí al igual que
tiempo atrás todos lo habían hecho.
Muerte, eres salada como un
naufragio.
Aunque cálida y deseada para
algunos, te conviertes siempre en algo agonizante al percibir tu garra
sacudiéndote como una marioneta cogida directamente del corazón sangrante.
Cuando mueres no lloras, no ríes,
sólo esperas… volver atrás, decir adiós…
Cuando mueres no hay luz, no hay
oscuridad. Sólo soledad y certeza de que no volverás a tener miedo. Cuando
mueres no hay nada, por que la muerte no es hola ni es adiós. Porque la muerte
es el comienzo de la nada.
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